22 de abril de 2010

Día de la Tierra, un lindo día para plantearse los desafíos que Chile tiene por delante

Hoy se celebra globalmente el día de la Tierra, muy buen momento para preguntarnos hacia dónde va el planeta, sobre todo en el consumo energético de la humanidad, que es uno de los principales causantes de su enfermedad mayor, el calentamiento global. De paso, esto es un buen lente de aumento para ver en que anda nuestro país que tiene tan sólo el 0.21% de la población mundial.

La Tierra se debate en los estertores finales de la era del Carbón y el Petróleo. Hace doscientos años el carbón y sólo cien el petróleo, permitieron dar un enorme salto en nuestra civilización energizando cambios en la producción, los cultivos, la alimentación, la salud, los transportes y todas esas cosas que nos llevaron a pasar de mil a siete mil millones de humanos, en poco más de un siglo, un salto que nadie imaginó, tan corto y tan rápido que en los anales de la historia humana sólo serán unos pocos segundos.

El salto de población, tecnología y civilización, implicó multiplicar por mucho más de siete veces, y en muy poco tiempo, nuestra emisión de CO2, lo que como consecuencia, al principio no calculada, comenzó a calentar el planeta más de la cuenta influyendo peligrosamente en el clima global. Más allá de los cambios cíclicos y esas teorías que intentan ocultarlo, la investigación de los testigos de hielo antártico demuestra, sin lugar a dudas, que en los últimos 25.000 años nunca hubo tanto CO2 en nuestra atmósfera como en los últimos 200 años. Demostración ineludible, que el gran lobby del carbón y petróleo ha tratado de rebatir por todos los medios que dispone, que no son pocos.

La Tierra se debate hoy en día en este dilema, tiene la oportunidad de amortiguar el cambio, ya no revertirlo. Para amortiguar dicho cambio de un modo limpio y más permanente, deberá echar mano de un gran movimiento global para la eficiencia energética y por supuesto de todo el abanico de energías renovables que dispone, que sumadas, son muchísimo más que todo el carbón y petróleo juntos y que además, prometen una permanecía mayor, sol, vientos, océanos, geotermia, biomasa, aguas corriendo, tendremos por miles de años más. Los que ofrecen energía nuclear para esto, energía peligrosa, sucia, insustentable y finita, están política, ambiental e históricamente equivocados.

Los números actuales en países que están invirtiendo intensamente en energías alternativas más sustentables, como la solar o la eólica, como lo es hoy día el caso Español, indican que la curva de inversión ascendente de capitales en estos rubros energéticos está produciendo resultados mejores que los esperados.

Allí, es donde la comparación con Chile puede ayudar al lector a comprender la magnitud de lo posible y lo equivocados que hemos estado. En marzo de 2010 España anuncia que la potencia del total de sistemas solares fotovoltaicos conectados a red instalados y funcionando es de 3.390 Mega watts. Para comparar, en Chile al 2007 el total de la potencia instalada en centrales eléctricas hidráulicas de embalse era de 3.443 Mega watts.

O seas la cifra dice claramente, que tan sólo en electricidad solar, España ha alcanzado una cifra similar a todas las centrales de embalse que hemos construido en décadas. El cuestionado proyecto Hidro-Aisén es más de lo mismo, ¿no sería interesante comprender que en las grandes y soleadas planicies del desierto de Atacama, los fotovoltaicos podrían superar con creces no sólo a Hidro-Aisén, si no que a todo el sistema hidráulico actual? Además la energía electro solar quedaría más cerca de los centros de consumo y no habría para que embalsar nuestros más bellos ríos, ni herir la zona sur y central de Chile, con una línea de transmisión, incluida su franja de exclusión, más grande, fea, costosa y peligrosa de la historia. Es cosa de pensar a largo plazo, es una cuestión que debiera decidir el país, no empresas que buscan ganar dinero rápido a costa de daños territoriales irreversibles.

Siguiendo con los números, el total de centrales hidráulicas, térmicas y eólicas instaladas en Chile a junio de 2007 anota, según la CNE, 12.741 mega watts, las eólicas chilenas a esa fecha eran sólo 2 mega watts. La potencia eólica instalada en España al 2009 alcanza los 16.740 mega watts, eso significa que España, sólo en máquinas accionadas por el viento, súpera en capacidad, toda la capacidad instalada del sistema eléctrico chileno. Las condiciones son distintas, ellos son 46 millones, nosotros 15, el viento tiene continuidades distintas de los flujos de petróleo o carbón, pero caramba que es gratis, y ese viento es español.

Chile por su longitud tiene además mucho más viento que España, y lógicamente más sol, más océanos y más volcanes. Lo que indican los números claramente, es que con decisión política a largo plazo, con inversión regulada, adecuados subsidios y tecnología que ya existe efectivamente, se puede. Podemos construir un Chile sustentable, mucho más limpio que no dependa de flujos energéticos externos por varios siglos más.

Hoy cuando se conmemora el Día de la Tierra, habrá que celebrar que muchos países ya están en el buen camino global. Pero, Chile con su brumosa e insustentable matriz de combustibles (92%), se está quedando atrás en decisiones que serán históricas para la humanidad.

Fundación Terram Chile




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